Se trata de la primera grabación mundial en tiempos modernos de algunas de las piezas en latín del gran compositor ilustrado.
La misteriosa devoción de las Cuarenta Horas consiste en exponer el Santísimo Sacramento en el altar durante el tiempo que Cristo permaneció en el sepulcro. En España, esta oración extraordinaria, que se prolongaba durante tres días, incluía siestas, durante las cuales se cantaban obras vocales de cámara entreveradas con piezas instrumentales. Este disco, centrado en la música de Sebastián Durón, recrea el sonido de una de estas siestas, utilizando fuentes catedralicias y con la particular sonoridad de los bajoncillos, e incluye principalmente tonos y villancicos cuyos textos populares son una maravillosa mezcla de candidez y sofisticación. El arte del compositor reside sin duda en expresar la emoción religiosa utilizando los mismos medios que la emoción profana: estamos en la iglesia y al mismo tiempo en plena naturaleza, como en un poema de san Francisco de Asís.